
miércoles, 12 de mayo de 2010
Acreedores de STRINDBERG

sábado, 24 de abril de 2010
La Bella y la Bestia

viernes, 9 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
Afterplay de BRIAN FRIEL
Lo que se plantea en común con Chéjov en Afterplay, es que las historias continúan en una temática trágica, realista, de problemas no resueltos, amores no correspondidos y situaciones inconclusas que parecen transformarse en verdaderos círculos viciosos. Los personajes parecen condenados a su realidad sin poder escapar de ella. No muestran mayor voluntad de evolución en la solución de sus problemas sino que más bien insisten en permanecer en un status quo sin solución.
La obra se caracteriza por la cotidianidad de la conversación. Se presenta un encuentro casi aleatorio de dos personajes que, a pesar de tener historias parecidas y temas en común, tampoco logran llegar a algún tipo de resolución ya sea en cuanto a la relación que tienen o en cuanto a sus historias personales. No existe una historia de este encuentro que se pueda proyectar hacia el futuro ni tampoco algo realmente significativo que haga pensar que este encuentro marcará un momento importante en la vida de ambos, a pesar del final abierto (característico de Chéjov) donde se insinúa un cierto optimismo.
La obra es interesante ya que junta a dos personajes de distintas obras y los pone en una situación común. Es recomendable aunque el hecho de ser demasiado realista la vuelve en momentos muy plana. La puesta en escena se plantea simple siguiendo el estilo realista. Se propone un espacio íntimo de conversación donde los personajes comparten una mesa en un café donde parece no haber más personas que “la bruja” que atiende. Se presenta una cercanía con el espectador en cuanto a la poca distancia que los separa del público. Pareciera como si el espectador estuviese realmente compartiendo un café con los personajes, un cierto testigo de la escena.
Con Afterplay, Friel logra ser muy leal al estilo realista de Chéjov y experimenta con sus personajes siguiendo fielmente su misma línea.
En Cartelera, Teatro Andamio 90, Paraná 660.
Agosto (Condado Osage)
domingo, 14 de marzo de 2010
¡Oh, Dios Mío! de ANAT GOV.
Pienso que Dios es uno sin importar el credo que uno decida seguir, en esta caso, la obra nos plantea el lenguaje típico de la tradición occidental ortodoxa. De un Dios castigador que plantea su visión desde un amor condicionado: te amo si haces esto, si eres así, si sigues mis mandamientos. Un Dios que ha impuesto tanto que su propia lógica ha perdido un orden, haciéndolo volver al origen y cuestionarse su verdadera misión. Así aparece en la consulta de la sicóloga y entre diálogos, se va plasmando esta relación de condiciones y cumplimiento de expectativas mundanas. El diálogo es rico en imágenes y comparaciones que nos van argumentando el por qué creer o no, y a la vez, muestra el lado empático de un Dios que sólo existe en relación a otros, en este caso, en relación a la sicóloga. La experiencia del encuentro habla por sí sola y se sella con un abrazo mágico que trasciende todo credo. Así, se nos presenta un trance de “verdad post-terapia” en que se confunde quién es realmente el paciente y el terapeuta.
Técnicamente, y por hablar de gustos, la puesta en escena me pareció poco elegante y atemporal. En mi opinión, visualmente era poco atractiva. Colores fuertes y desgastados, objetos añejos. El vestuario de los personajes parecía sacado de la ropa usada y se nos presentó un Dios que tuvo durante toda la obra la cremallera del pantalón entreabierta.
Con la atemporalidad me refiero a que el guión tiene la potencialidad de ser dirigido a un público transversal, sin embargo, el promedio de edad en la sala debe haber sido de 60 años. La experiencia estética sólo pudo ser vivida por la interpretación del texto, era más difícil percibirla visualmente. Quizás intencionalmente, iba dirigida al segmento de edad que describí.
¡Oh, Dios Mío! es del todo recomendable, sobre todo por su mágico final que confirma magistralmente todo el desarrollo de la obra. Insisto en que puede ser presentada de una forma mucho más creativa. No me aburrí ni se me hizo larga, pero hubo momentos en que me distraje porque visualmente costó que me cautivara, al final, lo hizo.
En cartelera, Auditorio Ben Amí. Jueves y Sábados 21 hs.
viernes, 29 de enero de 2010
Como el musgüito en la piedra ay, si si si.
